¡Hola, cariño! Ahora que empiezas tu camino en el mundo laboral, es el momento perfecto para sentar las bases de tu futuro financiero. No es tan complicado como parece, solo necesitas un plan. Aquí te propongo una estrategia sencilla y efectiva, dividida en tres "bolsas" de ahorro.
Antes de empezar a guardar dinero, es crucial saber cuánto ganas y cuánto gastas. Esto te ayudará a identificar cuánto puedes apartar cada mes para tus objetivos.
Imagina que se te estropea el móvil, necesitas una reparación inesperada o te quedas sin trabajo temporalmente. ¡Este dinero es tu salvavidas!
Lo ideal es tener entre 3 y 6 meses de tus gastos fijos cubiertos. Al principio, con tus ingresos bajos y nuestro apoyo familiar, puedes empezar con un objetivo de 1.000 €.
En una cuenta remunerada. Ahora mismo, algunas ofrecen alrededor de un 1.5% TAE. Es un interés bajo, pero lo importante es que el dinero esté disponible y seguro.
¿Quieres un coche? ¿Necesitas la fianza para un piso de alquiler en el futuro? Aquí es donde guardas el dinero para esas metas que tienes en mente para los próximos 1-3 años.
Aquí tienes que ser tú quien estime cuánto necesitas para cada objetivo. Sé realista y ponle una fecha.
En un fondo monetario o un depósito a plazo fijo a corto plazo. Son opciones de bajo riesgo que te dan un poco más que una cuenta remunerada, pero el dinero sigue siendo accesible cuando lo necesitas.
¡Esta es la bolsa más importante y la que te dará mayor libertad a largo plazo! Aquí es donde tu dinero trabaja para ti de verdad.
Es un tipo de inversión que replica un índice bursátil (como el S&P 500 de las 500 empresas más grandes de EE. UU.). Es una forma sencilla y diversificada de invertir en el mercado de valores sin tener que elegir acciones individuales.
La clave es la constancia. Empieza con lo que puedas (aunque sean 50€ al mes) y auméntalo cuando tus ingresos crezcan. El objetivo es una rentabilidad media del 9% anual (más o menos), pero con volatilidad.
La volatilidad del mercado significa que el valor puede subir y bajar a corto plazo. Pero históricamente, a largo plazo, los fondos indexados tienden a crecer. ¡No te asustes si ves bajadas, es parte del proceso!
¡Vamos a ver la magia del interés compuesto! Compara cuánto tendrías si solo guardas el dinero, frente a si lo inviertes y dejas que crezca.
¡Estoy aquí para ayudarte en cada paso de este camino hacia tu independencia financiera!